Debe que no me
entienden o que no lo intentan, demasiado complicada o demasiado loca, quizá demasiado
simple para todos ellos o quizá demasiado compleja para mí misma. Mirar hacia
atrás y darme cuenta de que no quiero retroceder. Y cuando digo “no quiero”
quiero decir “no puedo”. Solo lees los delirios de una mente enferma que se
ahoga dentro de sí misma. Si no escribo este cabrón deja de palpitar. Créeme
que lo hace. Las heridas demasiado rojas y las cicatrices demasiado olvidadas
como para que pueda darles importancia.
Amigos perdidos y
sueños encontrados. Algo falla chico, y lo que más me jode es que por más que
lo pienso no sé que es.
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